A mediados del siglo XIX surge en Eslovenia la tradición de decorar los frontones de sus colmenas tradicionales con pinturas de diversa temática, tanto religiosa como profana o decorativas y de crítica social, con cierto estilo naif. 

 Actualmente en Eslovenia están consideradas bien de interés cultural por lo que no está permitida su salida del país. La colección expuesta en el EMAM son reproducciones de los modelos originales cuya autoría corresponde a la pintora Ángeles Muñoz Toledo.

La colección cuenta actualmente de 87 frontones pintados de temática diversa.